Una fantasía de escolapios. Un
chico lindo cualquiera, digamos que se llama Justin, que en horas de colegio se
escapa para fumarse un cigarrillo. Llega el rudo, alto, fuerte, velludo y muy
masculino conserje que le sorprende, reta y amenaza con denunciarle. Luego le reprende
por el vicio tonto y le propone que ocupa la boca en otra vaina. Que parece, y
se ve muy grande; pero al sentirle todo, tan viril y poderoso, la menta del
chico divaga, gimiendo por más, su cuerpo se afloja y se convierte en un
juguete para el cachondo hombre.
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