Vistas de página en total

lunes, 10 de agosto de 2015

MASAJE CON PREMIO


Pasa, un panita se mete en tu cuarto cuando intentas relajarte porque algo te duele e insiste en darte un masaje. No quieres, porque es un pana, pero esas manos saben tocar, esos dedos erizan y excitan cuando recorren la piel; ya no se quiere resistir, tan sólo dejarse llevar. Y se dejan llevar, el masaje gana en intensidad y profundidad, y al final, agitado y agotado, no se sabe si se quería eso o no, pero ya acabó. ¿Moraleja?, aprendan, es lo bueno de saber dar masajes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario