El
travieso muchacho, desde que robó el juguete de su hermano mayor, ya no
encuentra placer si no es usándolo. Y es inocentemente tonto, aunque generoso,
porque mientras lo utiliza con voluptuosidad y ganas, les muestra a sus amigos
cómo se divierte, es así como su hermano termina descubriendo qué pasó con el
regalo que su jefe le dio en el intercambio en la oficina. Aunque hay peligros,
el chico no lo sabe por joven, pero podría suceder que ya no pudiera terminar
si no lo tiene clavado.
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