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martes, 28 de febrero de 2017

EL REGALOTE DE “PAPA”


Cuando los dos jóvenes futuros yernos llegan, el hombre exhibe descaradamente sus encantos, sabiendo que a los muchachos se les mojan los coños bajo sus ropas, intentando no mirar, no jadear, no desearlo, pero fallando miserablemente. No saben en dónde sus chicas encuentran a esos tipos, pero no falla, sabe que pronto los tendría, uno al lado del otro, arrodillados, luchando con sus lenguas por mojar la tanga, ambos rojos de cara cuando él les obligue a llamarle papá, siendo tan solo otra tarde de ver juegos de beisbol como creían las mujeres abajo aunque si, había un buen bate y dos grandes pelotas en juego

jueves, 23 de febrero de 2017

GOLOSO


Vicente sonríe, mirando por entre las cortinas como su joven cuñado incita, excita y se monta sobre su mejor amigo del colegio, cabalgando sobre el joven y brioso potro. ¡Lo sabía!, se dice tocándose lo que ya se anima bajo sus ropas. Siempre había notado el hambre de algo en los ojos del muchacho desde que Corina se lo presentara como su hermanito menor, un estudioso atleta que era el terror de sus amigas en la escuela. Eso le hizo reír, porque siempre le olió a zorra calentorra. Ahora allí estaba, subiendo y bajando ese trasero musculoso y redondo, gimiendo, pidiéndole cosas. Eso le dijo lo que le faltaba por saber, que todavía necesitaba más. “Hey, cuñado, ¿muy ocupado?”, les sorprende, desnudo y teniéndolo bien parado. Un momento delicado donde todo pudo terminar mal, pero viendo la sonrisa del puto muchacho sabe que tiene las puertas abiertas a probar parte de ese caliente bocado. Bocado, boca. Boca que pronto estaría bien ocupada tragando dos buenas pollas.

lunes, 20 de febrero de 2017

RUTINA


Sabiendo que el hombre estaba planeando una gran fiesta para su cumpleaños, con todos sus amigos, llevándole para exhibirlo, el puto (antiguamente uno de sus profesores en el colegio, a quien ese muchacho arrogante le enseñó el camino y su lugar), ejercita su ansioso coño en preparación a todo lo que tendrá que tomar ese día. Mientras su mujer e hijos están fuera, usando la diminuta pantaletica que su hombre le regalara, entrena sin descanso, forzándose, cara apretada, pero riendo y gimiendo al vencerlo, domarlo, tomarlo todo… frente a la cámara, ya que a su hombre le gusta comprobar lo que hace, mientras compartía la imagen con los amigos, algunos de ellos sus antiguos conocidos del cuadro de profesores, representantes y alumnos. Eso, saberse expuesto, usado, casi humillado, era lo que le encantaba tanto, se dice mientras se viste con su tapón, para continuar adiestrándolo. Era uno de los millones de hombres en el mundo que salía por el diario, o cigarros, llevando uno.

domingo, 12 de febrero de 2017

UN TIO DE MUNDO


Es un atractivo y exitoso profesional que controla su vida, su entorno, su ambiente. Sonreído ante el interés y deseo que despierta, en chicos y chicas que responden a sus encantos, deseando una cita, una salida… pero no es lo que buscaba. No precisamente. Desea otras cosas, como al apuesto y acorralado ex condiscípulo de colegio que llegó a su puerta una mañana a preguntar si no necesitaba de alguien que hiciera reparaciones en la casa, cualquier cosa porque le urgía el trabajo pues se había metido en problemas con el dinero del banco que gerenciaba y ahora su familia pasaba las malas. Eso, escucharle suplicante, verle la expresión de ansiedad, le envió un chorro de caliente ganas al bajo vientre, invitándole a pasar, admirándole el trasero al pasar a su lado.

No sabía ese hombre dónde se metía, contando con una antigua amistad que no existía. Aunque gritó de sorpresa, y quiso irse cuando el otro, ceño fruncido y autoritario le dijo que el único cargo que podía ofrecerle era como su esclavo complaciente, que viviría en una caja y que sólo saldría para servirle, dentro y fuera de la cama, el tipo no pudo hacer nada por hacerle desistir, ni pudo irse. ¡Estaba mal! No tenía las fuerzas físicas ni anímicas necesarias, sabiéndose acorralado y fracasado, ni poseía la determinación para luchar contra una voluntad superior. Ese tipo, nada más verle volver a su vida, supo que el lío del banco debía ser cierto, que se metió en ese lío empujado por una mujer demandante de mimos y lujos, porque era un sujeto inferior, un sumiso que andaba por el mundo, perdido, y en este caso en busca de un macho que lo pusiera en su sitio. Lo supo por su trasero redondo bajo el jeans, el cual exhibía sin notarlo; en su cintura delgada donde un hombre de verdad pondría poner sus manos para sujetarle o alzarle y arrojarle sobre una cama. En su cara anhelante y suplicante, fruncida de temor y excitación ante las palabras, muecas y gestos de control. En los suaves labios que se entreabrió cuando aquel hombre, al que le dijo entre chillidos que no era gay, acercó los suyos como tentando un beso, luego cerrándolos, gimiendo de ganas, sobre su dura masculinidad.


Si, ese hombre de nuestros tiempos sabía lo que en verdad requería ese tío con quien estudió en el pasado, uno de esos sujetos que andaban como perdidos por ahí, necesitados de ser tomados, sometidos y rendidos ante la dura hombría de un verdadero macho. Ahora estaba donde debía, ocupando su lugar, se dijo, extasiado viendo a su conocido y bello esclavo, con los ojos llenos de gratitud mientras en cuatro patas aceptaba su superioridad. Y de ahí ya no saldría, nunca le liberaría. Mantendría a la mujer y los hijos y con ello le tendría atrapado, luego, condicionándole, olvidaría todo lo que había sido su vida y sólo existiría para rendirle pleitesía. Si, ahora le pertenecía.

domingo, 5 de febrero de 2017

INSENSATO DOMADO


Insolente, retador e inconsciente, enfrentó a los agentes que le detuvieron, siendo reducido, a la fuerza, a la condición de perra, sirviéndoles, y a un grupo de reos calientes, así como a detectives que bajaron para desahogarse un rato, terminando con el cuerpo elite de SWAT, atendiéndolos a todos. Para ese entonces ya entendía lo hecho, aceptándolo sabiéndose realizado.