¿Qué seguro no había mayor satisfacción que la del guapo y
acuerpado joven que chupa y luego recibe todos esos cálidos, espesos, olorosos y
abundantes disparos de aprecio de sus dos mejores amigos, las leches mezcladas
y cruzadas? Si, si la hay, estar al lado de otro amigo mientras un tercero se
entrega al su deseo de becerro, totalmente hambriento; y aún más arrojársela en
la cara, verle totalmente bañado con ella. Si, chicos, pónganse de acuerdo y busquen
a quien quiera ayudarles con esa fantasía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario