La
curiosidad le llevó a probar, con su mejor amigo, tenso, estremeciéndose al ser
abierto y llenado a pelo, esa cosa tan gruesa, caliente, dura y nervuda despertándole
ecos que no entendía. Pero, eso sí, nada de corrérsele adentro, eso era para
maricas… siempre le decía eso cuando el otro se lo hacía… casi todos los días.
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