Vistas de página en total

martes, 28 de agosto de 2018

EL DESPERTAR



En brazos del mejor amigo de su hermano, mientras la esposa lleva a los niños al cine, aquel joven solloza y gime. De muchacho soñaba con su primera vez, con el chico guapo que se sonrojaría mirándole, que le invitaría a tomar un café, a caminar por las calles una tarde de vientos, con las hojas cayendo de los árboles, chocando sus hombros, disimuladamente tocando sus manos, robándole un beso antes de terminar en alguna pequeña pieza, explorándose juntos, descubriendo el camino. No pensó que ocurriría en aquella fiesta, donde el hermano de una amiga lo empujaría llamándole sucio invertido, que notó que no dejaba de verlo, preguntándole grosero “¿querías esto?”, sacándosela de los pantalones y arrojándole sobre sus rodillas, casi asfixiándole con la barra pero también con el olor a sudor y orina; rugiéndole cosas feas y denigrantes, burlándose de su miedo, para luego robar su inocencia entre rudas y crueles embestidas, dejándole todo chorreado, pateándole por la baja espalda para que cayera de panza en aquel piso de baño, donde otros mirarían y reirían. Abandonándole allí, indolente, totalmente adolorido y humillado, degradado… Muy caliente en su cama dos noches después. Buscando desde ese entonces a ese tipo de chicos que le buscaban para que les aliviara. Cosa que lo excitaba, ser usado y dejado de lado. Será como le dijera ese sujeto aquella primera vez, viendo que se había corrido, riendo de manera cruel y odiosa: “Bien, otro marica ha nacido”.

jueves, 23 de agosto de 2018

HIJO DE GATO…



Joder, se dice el hombre escuchando los gritos y jadeos, la cama chirriando por las embestidas y empujones. Ese muchacho le había salido increíblemente puto; salía cada tarde dizque a ejercitarse, pagando un realero en gimnasios, y regresaba a los pocos minutos con un tío fortachón a encerrarse en el cuarto, quemando la grasa allí. No puede evitar sonreír, pegando la oreja y oyendo los ruegos, las suplicas por más. Orgulloso. El catire la había salido tremendo… Aunque raro (así lo pensaba), era de los que arrasaba. Bien, así era él a su edad, con las muchachas, claro.

¿No sería un mundo mejor ese donde todo padre entiende?

lunes, 13 de agosto de 2018

FAENA LENTA



Lo trabajó poco a poco, como hacía con las reparaciones de las casas, como hacía con el dueño de aquella. A quien le haría lo que le hizo a su cuñado. El gran machote que se burlaba, antiguamente, del masculino hermano gay de su hembra; “mucho pelo y tan marica”, le había escuchado una vez. Y lo trabajó por eso, desde que el vago ese, sin empleo, terminó a su lado, ayudándole. Aunque, para ser sinceros, había algo sucio en la idea de hacérselo al marido de Josefa, el papá de sus amadas sobrinas. No le llevó mucho, a decir verdad, en esas casas, apartamentos y cuartos solitarios en convertirle en dos agujeros dispuestos a recibir a su macho, sus embestidas, sus cargas calientes. Mierda, pensando más tarde, entendió que el maricón ese había nacido para eso, para perra, una que gemía y chillaba cuando se la enterraba. Lo que no importaba, este nunca dejaría a su hermana ni buscaría otros tipos, de eso se encargaría él dejándole siempre satisfecho. Sonríe al verle estremecerse, al pedir más, lloriqueando por atenciones, recordando lo que antes fue. Y mientras lo taladra a media mañana, mira hacia la puerta cerrada. Sabe que el dueño de la casa, el arrogante joven gerente de banco, en cuanto su mujer salía se acercaba sigiloso para escuchar lo que le hacía al cuñado. Volviendo cada vez por más (le atendía dos o tres veces por jornada, si andaba con ganas). Sonríe aún más; seguro que el señor importante esperaba su turno para servirle con humilde y apasionada entrega también.

El otro ya sabe su lugar en la relación, en la vida, su propósito; así, para excitar, tentar y facilitar las cosas, nunca sale de casa sin sus más atrevidos suspensorios. Tomen notas, chicos. Que ellos sepan qué necesitan y ofrecen.

martes, 7 de agosto de 2018

COPAS Y COSAS LOCAS



Noche de chicos y póker, de cervezas y apuestas, de quedarse un rato más con tu mejor amigo, alegremente borracho, para despertar sorprendido descubriendo que él, tu pana del alma, andaba necesitado de algo que no se atrevía a pedir. “Tonto, ¿por qué no me lo dijiste hace rato? Todo ese tiempo perdiendo entre nosotros, yo tratándote como a otro de los chicos, tú hablando de las nenas con las que quieres salir, pero soñando en todo momento con tener tu propio marido. Debiste decírmelo porque también yo tengo un secretito… O un antojo”. Y confiado se metió de lleno en la nueva experiencia, sin saber que experimentar le llevaría lejos, o cerca, al regazo del otro, y que también se perdería en esa nueva emoción.

Bien, dos tíos jóvenes de sangre caliente bien podían jugar a ratos, ¿no? Había tantos aburridos martes, viernes y domingos por las noches necesitados de ser ocupados en algo…

viernes, 3 de agosto de 2018

LA REGLA



Para evitarse tantos problemas con sus jugadores promesas que lo echaban todo por la borda embarazando a sus novias de preparatoria, el entrenado los envía con dos jóvenes médicos para que los inyecten en contra… y pasado el shock, hasta la rebeldía, el nuevo régimen se imponía. Puede que gritaran, que pelearan, que hasta lloraran un poco, pero al final el hombre sabe que les encantará y que volverán una y otra vez por más, sanamente enviciados… y sin correr el peligro de salir preñados.