No
había como ir a gym y drenar todas las tensiones del día, sumergiéndose en la rica
rutina de cada tarde, esa que en el trabajo a veces le endurecía, soñando con
aquello. Como hombre dedicado, responsable de una importante labor
gubernamental, lo merecía. Y al otro le encantaba que se la tragara, después de
ejercitarse un poco y dejar el suspensorio sudado.
Creo
que este corto ya lo usé, pero no importa, la escena, lo visual, lo vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario