Joder,
la perspectiva de luchar siempre le provocaba ese enorme problema, que le
avergonzaba tanto que a veces le obligaba a abandonar antes de comenzar, perdiendo
por forfait. El coach, cansado de eso, ha decidido darle justo lo que merece
para que cumpla con su función. Es un trabajo duro que hay que hacer a fondo,
una y otra vez, rítmicamente, pero que valía pena cuando, antes de la gesta, el
otro, por fin, estallaba de alivio y cesaba toda presión por la competición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario