Para
evitarse tantos problemas con sus jugadores promesas que lo echaban todo por la
borda embarazando a sus novias de preparatoria, el entrenado los envía con dos
jóvenes médicos para que los inyecten en contra… y pasado el shock, hasta la
rebeldía, el nuevo régimen se imponía. Puede que gritaran, que pelearan, que
hasta lloraran un poco, pero al final el hombre sabe que les encantará y que
volverán una y otra vez por más, sanamente enviciados… y sin correr el peligro
de salir preñados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario