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martes, 15 de diciembre de 2015

MANDARRIA GRANDE PARA DOS


Ahora les grita, insulte, “tomen, putos, tomen; es lo que querían, ¿no?”. Hasta hace media hora eran sus colegas de trabajo en esa obra de demolición, sus socios de parrandas y hablar de tías mojadas cuando les miraban laborar, pero en cuanto descubrió que eran unos putos calientes y enloquecidos por las enormes, gruesas y duras masculinidades de los machos de verdad, hizo lo que quiso con ellos, denigrándolos al hacerlo mientras estos gemían y gritaban, pero de puro gusto. Ser tratados de esa manera era todo lo que buscaban. El mundo estaba lleno de tíos así, necesitados de ser utilizados, entiende el cabrío, decidido, desde ese momento, a encontrarlos. A todos. Y a darles lo suyo.

miércoles, 9 de diciembre de 2015

FUEGO AL FROTAR


Intenta controlarse y disimularlo mientras entra y encuentra a ese carajo apuesto, triunfador y vencedor. Pero le cuesta, como maricón siempre caliente sueña con machos heterosexuales que lo maltraten mientras lo toman y se le meten rudamente por todas sus entradas, en cualquier lugar. Por eso daba esos masajes a domicilio. Tiembla al ver al tío, con ese cuerpo perfecto, velludo, tatuado de macho cabrío. Muere, y hasta le pagaría, por tocar sus músculos, lamerlos con hambre, marearse con los aromas de su entrepiernas. Mierda, se dice, el otro se ha dado cuenta. Pero sonríe. Eso le hizo temblar más. Sabe que tragará y saboreará, y que será cabalgado y llenado por detrás…