El
hombre murciélago se estremece, su voz baja y ronca se deja escuchar en cortos
gemidos, sintiéndose expuesto y vulnerable en manos del atractivo macho que
hace responder su cuerpo tan fácilmente. Quiere detenerle, pero… No está en
control. Él, que ha combatido terribles villanos, y a Superman, se encuentra
sometido por ese guapo macho, por la fuerza de sus manos, el calor de su
miembro, del cual no se cansa de comer, oyéndole reír mientras le dice que no
sabía que tenía entre las piernas el dulce que gustaba al héroe. Eso era
peligroso, por su reputación pero… Grita cuan putita caliente cuando siente que
el otro lo abre, allí entiende que le hacía falta. Nada puede hacer como no sea
gritar y jadear cuando el monstruoso instrumento llena y recorre con fuerza sus
cálidos y húmedos vacíos; esas sensaciones, aún de molestia a la entrada, le
recuerdan que sigue siendo humano. Le mira sobre un hombro, le oye gruñir y
reír diciendo que le espantará los murciélagos de la cueva; nota que disfruta
como todo macho tomando a otro, y de sus
gemidos y cara cuando lo llena. Aumentando el agarre de las manos, unas que él
podría vencer fácilmente en otro momento, en ese instante le parece
intoxicante, mientras sofocado bajo el peso de su masculinidad le sirve de
consuelo después del susto de atraco recién vivido. Si, tal vez debía “ofrecer”
esa atención, en el futuro, a más chicos cuando les rescatara. Sonríe al oírle,
“Ahhh!, joder, ya quiero chorrearte la máscara”.
Vistas de página en total
martes, 31 de mayo de 2016
CLAVADO EN LA BATICUEVA
Etiquetas:
algo en el culo,
botas,
fantasía gay,
fetiche,
gemidos,
gritos,
parodia gay,
uniformes
miércoles, 18 de mayo de 2016
DE NADADORES Y CHORREADAS
Usar
esos ajustados bañadores los ponía cachondos, chicos al fin y al cabo, y saber del
que usaba el guapo y acuerpado entrenador lo hacía todo peor. Saber que al
hombre le gustaba usar el suyo en su oficina, sentirse aprisionado con la elástica
tela que se amoldaba a su anatomía. Que eso lo encendía. Muchos habían llegado
y lo habían encontrado armado, levantando la tela sintética, casi queriendo
escapar por el borde como para alcanzar a un chico y caer sobre él. Por eso va,
desnudo, lisito y púber, a hablarle de las virtudes de los desahogos a media
tarde, de las muchas que les ha dado a otros carajos, amigos, profesores y
colegas de su padre. ¿Y quién se resiste a eso? ¿Quién no querría a un chico
así, de rodillas, sonrisa pícara, tragándose todas las presiones del día? El
hombre, sonriendo, meciendo sus caderas, descarga todas sus abundantes y
cálidas tensiones, y lo mejor es que ahora sabe a dónde ir y a quién buscar
para repetir.
Etiquetas:
atletas,
baños,
chicos,
deportistas,
fantasía gay,
gemidos,
speedos
lunes, 16 de mayo de 2016
UN VECINO CONSOLADOR
Atrevido
y osado, como cada mañana en cuanto el esposo sale, el vecino entra para gozar
de las mieles de una mujer casada e insatisfecha que pelea con su marido. Pero
le encuentra es a él, ebrio, malhumorado y deprimido. Ella se ha ido a casa de
sus padres. Está tan mal que no escucha sus excusas para entrar; ese hombre
guapo y grande, lloriqueante, sólo quiere hablar, que alguien le escuchen
quejarse. Fue cuando el vecino pensó en irse, pero… la mujer decía que él no
podía satisfacerla, ¿por qué si se veía tan bien? El gusanito de la duda le
atormentaba ya que… ¡quería follar! Entró para penetrar, para coger. Soñó con
llegar, sacarla y usarla para llenar huecos y gozarlo. Ahora la mujer no
estaba, pero… Malintencionado le escucha, sentados uno al lado del otro. Le
consuela, le dice que todo mejorará, y le toca, lo soba. Eso confunde al otro,
le asusta, pero no puede alejarse, no sintiendo el toque, la caricia, oyéndole
que todo estará bien porque es guapo y sexy, un calienta braguetas, que cualquiera
querría meterle mano. Eso asustaba aún más al marido, pero también le excitaba
escuchar hablar así de su cuerpo. No podía alejarse, no mucho cuando le tocó
más íntimamente, buscando besarle.
Uno
pensaba que tenía que parar, llamar a su esposa y contentarse; el otro en que
quería follar, tan sólo eso. Era la hora de la carne dura y palpitante. Aunque,
se decía, también, que le haría un favor distrayéndole un rato. Y cuando lo ayudó
más, teniéndolo bien montado y clavado, gritando, agitándose, refregándose de
su pelvis, entendió la dimensión del auxilio que le prestó: ahora ese guapo tío
se conocía mejor, lo que en verdad quería, especialmente si estaban duras. Pero,
hombre al fin, es egoísta mientras empuja y saca, sólo piensa en sí mismo: si
lograba que el ahora entusiasta tipo, que le saltaba encima prácticamente, llegara
a algún tipo de acuerdo con su mujer, tendría a dos para joder.
Etiquetas:
algo en el culo,
casado tira con gay,
dedos en el agujero,
ebrios,
gemidos,
gritos,
machos velludos
jueves, 12 de mayo de 2016
NECESITADO EN EL MERCADO
Aunque
el dueño no lo sabía, ni muchas de las clientes, el local se había convertido
en un conocido lugar de citas para los hombres de los alrededores, del liceo,
la fábrica, el taller, la comandancia de policía y aún del hospital. Todos se
daban una vuelta para ver qué pescaban. Como Néstor Gutiérrez, quien escuchó de
un negro que lo tenía grande… pero que gritaba y se partía cuando un hombre
blanco se lo metía. Duro y sucio. Tanto así que se lo hacían en los pasillos, aunque
este rogaba ir a otro sitio, porque a todos les divertía que se resistiera, que
rogara partir y hasta amenazara con irse para terminar gritando contenido
cuando se lo llenaban de carne clara en un apartado. “¿Esto es lo que le gusta
a tu estrecho y sucio agujero negro?, ¿ser golpeado duro como un sumiso?”, todavía
le preguntaban algunos, como el detective Gutiérrez. Quien no paraba, alzando
la voz, metiéndole el miedo en el cuerpo de que les pillaran (aunque notando que
se le ponía más caliente y mojado), hasta que el tipo gemía bajito pero
emocionado: “Si, si, fóllame como a una puta, déjamelo empapado”.
Etiquetas:
algo en el culo,
fantasía gay,
fetiche,
interracial,
negros y blancos,
pussyboy
domingo, 1 de mayo de 2016
UNA CHICA Y SUS DOS NOVIOS
Los
padres de Tinita están preocupados por la niña, a quien le gustan mucho los
chicos, el tener “novio”. Y más angustiado estuvieron al verla salir con uno y
otro, día de por medio (cada vez con una caja de condones bajo el brazo). Una
noche la confrontaron, que no podía engañarles así, y llorosa ella entendió el
punto. Les mentía, no era sincera, así que les presentó. Aunque gritaron y le
reclamaron, cada uno jurando amarla para toda la vida si dejaba al otro, ella,
firme, les dijo que si no salía con los dos no lo haría con ninguno. Que juntos
aprenderían a amarse. Y les guió a ello. Los obligó a tocarse y acariciarse, a
apretar músculos duros, a morder tetillas metiendo las manos dentro del calzoncillo
ajeno, a intercambiar salivas en besos íntimos y chupados. Los hizo alimentarse
de su sexo, las dos bocas, luego intercambiaban el aparato del proveedor. Sonriendo,
enamorada y feliz, amaba ver a uno de ellos chupando al otro también. Ahora sus
padres están mas alarmados, Tinita andaba para arriba y para abajo con sus dos
maridos… Pero saben que no durará, que pronto se cansará, les dejara y buscará
a otros dos. O tres. ¿Qué sería de esos chicos que ahora se besaban en el patio
de la casa? Conociendo a su Tinita, piensa su papá, seguro se los presenta a
una amiguita tan alocada y osada como ella una vez que ya estuvieran bien
enviciados con sus jugos de machos.
Etiquetas:
algo en el culo,
amigos,
bisex,
chicos,
fetiche
Suscribirse a:
Entradas (Atom)