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viernes, 5 de febrero de 2016

CALIENTES POLICÍAS DE CAMINOS


El sol, un viento cálido, un cielo muy alto, la caricia de libertad que gozan los hombres que trabajan al aire libre le rodea; sin embargo el joven y atractivo uniformado, representante de la ley, no se siente en paz. No sabiendo que su sargento está allí, el hombre maduro que le tomó como a un chiquillo tonto y creído, y fue formándole, protegiéndole, haciéndole ver la diferencia entre el bien y el mal. El hombre que ha llenado en su mente sus momentos de soledad, que aparece en sus sueños, desnudo, poderoso, y le ama. A veces, cuando se vuelve de repente, le parece ver brillar una luz de dulce tortura en la mirada de su sargento, pero cree que se engaña. A veces fantaseaba con llegar y confesarse. ¿Y si le dice? ¿Y si le pregunta “me quieres”? Quien no arriesga no cruza la mar, le parece escuchar a su papá… y hacia él va.


Siempre es estimulante la idea de los uniformados, de los recios hombres que se dan con todo. Y este lo hace, el guapo chico encontrará en su apuesto superior lo mucho que necesita para llenar su vida… y culo.

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