Insolente,
retador e inconsciente, enfrentó a los agentes que le detuvieron, siendo
reducido, a la fuerza, a la condición de perra, sirviéndoles, y a un grupo de
reos calientes, así como a detectives que bajaron para desahogarse un rato,
terminando con el cuerpo elite de SWAT, atendiéndolos a todos. Para ese entonces
ya entendía lo hecho, aceptándolo sabiéndose realizado.
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