Imagínense
la sorpresa que se lleva un saludable y joven tío cuando el médico y su
asistente se ofrecen a ayudarle a recolectar una muestra de esperma sin usar
las manos. Convenciéndole porque son hábiles con las lenguas. ¡Con razón ese consultorio
vivía lleno de hombres esperando su turno! Dos profesionales tan involucrados y
entusiastas, que ayudan tanto, que finalmente también les das una mano.
Disfrutándolo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario