Vistas de página en total

lunes, 20 de julio de 2015

OFICINA CALIENTE


Trabaja como siempre, fastidiado ya a esa hora, cuando nota que su colega no sólo no lo hace, sino que ve pornografía, ¡gay!, sobándose disimuladamente en medio de la habitación. La temperatura se le sube recordando sus días escolares, viendo revistas porno con los amiguitos, todos masturbándose, cada quien la suya, todos con los ojos en las herramientas de los otros, calientes como nunca por hacerlo en un salón de clases a medio día. “Cúbreme”, jadea el colega todo ahogado, pasando por su lado, oliendo a sexo rezumado, rumbo a los baños. Y la sangre le arde, casi tanto como al otro. Le sigue, le pilla, se miran. ¿Para qué gastar tiempo en auto manoseos cuando hay manos, bocas y demás muy bien dispuestos? Y en el trabajo, a media tarde, donde cualquiera podría llegar y pillarles, ¿podía haber algo más excitante?

No hay comentarios:

Publicar un comentario