Mamá,
hey, ¿cómo estás? ¿Yo? De maravilla, me encanta la vida en la universidad y en
los dormitorios, como dijo papá que pasaría. He hecho un montón de amigos que
vienen cada noche a visitarme o que me invitan a pasar el tiempo con ellos.
Ríen y juran que conmigo sí que se divierten, y eso es toda la noche, cada
noche. He… estado probando algunas cosas, como papá dijo que ocurriría, y en
verdad me encantó. No, no temas, no me aficionaré a las drogas, es tan sólo una
etapa, pero vieras lo que he descubierto gracias a ellas, una libertad para
hacer cosas que nunca me atreví siquiera a soñar. Bien, mami, te dejo. Voy para
una juerga que durará todo el fin de semana, comenzará en la casa, pero los chicos
ya me han advertido que han invitados a otras fraternidades, y a uno o dos
equipos de futbol rivales. Y dicen que soy el invitado especial, que sin mí no
habrá fiesta. Joder, y disculpa la palabra, pero me estoy divirtiendo tanto que
no quiero ni imaginar que un día este tiempo pase. Creo que cultivaré
suficientes amistades para nunca sentirme solo del todo. ¿Mis notas? No van muy
bien, como imaginarás, pero ya he hecho contacto con algunos de los profesores,
y son amistosos, me atenderán de tarde en tarde en sus oficinas, eso les
encanta… No sé, creo que hay algo en mí que los engancha. Por cierto, me estoy
alimentando bien, probando nuevos platillos frescos que me encantan, y a veces
me reboso de lácteos. Adiós, mami… dile a papá que muchas gracias por
convencerme de venir a estudiar.
...
Todo
chico bueno merece la tanda de locura y sexo que le toca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario